MADRID, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
El jugador español de squash Iker Pajares se marca "llegar otra vez a las semifinales" como objetivo principal de cara al Campeonato de Europa individual que se disputa en Chartres (Francia), y en el que el catalán debuta este miércoles a partir de las 18.00 horas, defendiendo la medalla de bronce conseguida el año pasado en Cuenca.
"Me gustaría poder llegar otra vez a las semifinales. Parto como cabeza de serie número 4 del torneo. Y el objetivo sería ese. Una vez ahí, pues no pongo techo. A ver si se puede pasar este año una ronda más, hacer final o incluso llevarme el título", aseguró el campeón de España de squash en una entrevista a Europa Press.
Para alcanzar esta ronda de nuevo, el actual bronce europeo tendrá que ganar "cuatro partidos" y a partir de ahí, "la mentalidad va a cambiar" e intentará "optar a algo más". "Es un torneo muy largo. Este año somos más inscritos que el pasado porque han hecho el cuadro algo más grande. Esto implica más partidos y más desgaste", apuntó.
El squash es un deporte en el que "lo más importante es el circuito profesional", la PSA, que es similar a la "ATP en el tenis". El mejor ranking alcanzado por el jugador barcelonés en esta clasificación fue el número 15, aunque ahora está rondando el 'top 30' debido a dos lesiones en el tendón de Aquiles que sufrió. "Estoy luchando para entrar otra vez dentro de los 20 primeros", confesó, algo que le daría una plaza en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
"Son tres años los que quedan y tenemos que vivir el presente. El criterio para entrar a los Juegos va a ser tu ranking profesional. Así que estos tres años en el circuito van a ser claves. Voy a tener que entrar otra vez entre los 20 primeros para poder entrar a estas Olimpiadas", remarcó, en referencia a la cita olímpica.
A pesar de tener el objetivo de participar en Los Ángeles, Pajares reconoce que "tres años dan para muchísimo" y "serán muy exigentes". "Creo que el formato va a ser de solo 16 jugadores, o sea que solo van a entrar los 20-25 primeros. Va a ser clave estar allí", prosiguió.
Además, uno de los objetivos marcados en rojo en su calendario es el Campeonato de España, que lo ha ganado 5 veces y es "el rival a batir". "Es el torneo más importante para mí y en el que más nervios y más presión tengo. Es un campeonato que todos queremos ganar, se encuentra ya a mitad de temporada entre los circuitos profesionales. Vienes aquí, en terreno nacional, a jugar en unas pistas distintas y a las que no estás acostumbrado", continuó.
En el squash, se juegan alrededor de 25 torneos profesionales individuales, por lo que los jugadores agradecen este tipo de campeonatos a los que van en equipo, como es el Europeo, aunque se juegue individualmente. "Disfrutamos al máximo. Y creo que todos los jugadores estamos en el mismo punto, jugamos incluso mejor. Al estar siempre solo, pudiendo jugar por equipos, nos ayudamos, nos animamos como nunca y todos los miembros del equipo dan su 100%", subrayó.
Para el campeón de España, en su deporte prima más la "estabilidad mental" antes que la parte física, aunque esta también "es importantísima". "Es un deporte muy exigente. Sobre todo a nivel profesional, cuando estás compitiendo en tantos torneos, cuando viajas tanto, sobre todo cuando estás en tantos momentos de soledad. Creo que la parte mental es fundamental. Trabajarla y tenerla también innata. Es la característica más importante en nuestro deporte", valoró.
Pajares empezó a jugar al squash cuando era niño por recomendación médica, ya que era hiperactivo y le recomendaron hacer un deporte que le dejara "exhausto". "Mi madre me apuntó al squash y desde el primer día que lo probé, gasté toda mi energía allí y llegó la noche y caí rendido", recordó, matizando que ya conocía el deporte antes de practicarlo. "Al salir de natación me quedaba merendando viendo jugar al squash en la escuela que había en Sabadell. Lo conocía, pero no tenía intención de practicarlo", apuntó.
A modo de consejo para los niños que quieren practicar squash, el campeón de España les diría que "es muy duro", porque "hay muchos momentos donde estás solo y quieres dejarlo", pero "es increíble poder vivir de tu pasión".
"Poder viajar por todo el mundo, conocer a tantísima gente... No me puedo quejar. Lo voy a alargar lo máximo posible y, por supuesto, motivo a cualquier persona que se quiera dedicar profesionalmente a esto, que va a ser una vida increíble, llena de viajes y de experiencias", afirmó.
Por último, recordó el torneo de Wimbledon de 2019, en el que llegó de forma inesperada a la final, como una de sus mejores vivencias jugando al squash. "Fue la primera vez que jugué en Wimbledon. Me tocó una primera ronda muy dura, y yo ya fui con pocas expectativas y con un equipaje ligero para volver a casa lo antes posible. Al final me quedé ahí diez días más y llegué a la final del torneo. Ahí fue mi cambio, donde pasé del 'top 50' al 'top 30'", expuso.
"También vivimos muchísimo cuando quedamos subcampeones de Europa con la selección en 2019. Fue un periodo donde, durante cinco o seis años, siempre fuimos los mismos miembros de la selección. Y fue el último año de Borja. Y poder conseguir esa medalla de plata, llegar a la final por primera vez en la historia a nivel español, fue algo increíble", zanjó Iker Pajares.