Publicado 17/04/2024 11:25

MÉXICO.-LABORAtorio: Quejas prioritarias

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MONTERREY, 17 Abr. (Agencia Reforma) -

La comparecencia de Katherine Tai, titular de la Oficina de Representación Comercial de los Estados Unidos (USTR), ante el que muchos consideran ser el Comité más importante del Congreso estadounidense, el famoso Ways and Means, coincidió este martes con el envío al Gobierno de México del documento donde se invoca, por segunda ocasión, la instalación de un panel para resolver controversias laborales al amparo del T-MEC.

No es tema menor advertir, especialmente los negocios que con operaciones en México son jugadores en el mercado norteamericano, que la agenda en materia comercial de la principal economía del planeta está repleta de tópicos laborales, tal como ayer lo dejó de manifiesto la Embajadora Tai: Utilizaremos el comercio para empoderar a los trabajadores.

Si bien el USTR debe operar bajo bases técnicas es evidente que la política domina su actuar; la oficina que encabeza Tai es al final una extensión de la Casa Blanca, depende de manera directa del Presidente Biden, quien en diferentes momentos ha optado por nombrar a su Administración como la más pro-trabajador de la historia.

El Jefe del Ejecutivo americano, con aprobación del Congreso, dota al USTR de un presupuesto millonario, cercano a los 77 millones de dólares al año, una cifra estratosférica si se compara, no sólo con el presupuesto anual de Secretarías de Estado de México, sino que incluso es superior a Secretarías de Estado del propio Gobierno estadounidense.

Desde luego, administrar una oficina con un presupuesto de esa dimensión, precisa de dar resultados y rendir cuentas y eso es lo que intentó ayer hacer Tai, y es por eso mismo que tienen la vista puesta sobre empresas en nuestro País.

Para el USTR, los centros de trabajo en México con señalamientos o quejas por presuntas denegaciones de derechos colectivos son el espacio que necesitan para el ejercicio de su función. Las quejas laborales son prioritarias.

Y no sólo es retórica, el reporte más reciente de prioridades del USTR, publicado con fecha del verano pasado, nos permite constatar como uno de los cinco puntos centrales para la oficina comercial americana es el T-MEC, y si bien el acuerdo comercial es muy amplio, abarcando diversos temas, son los Mecanismos Laborales de Respuesta Rápida (MLRR) los que en el mismo reporte adquieren relevancia.

Por ello, Tai no escatimó palabras para resaltar ante los congresistas las 22 veces que hasta ayer la Administración Biden-Harris ha utilizado los MLRR contra instalaciones cubiertas en México, presumiendo que esto ha significado cerca de 5 millones de dólares en pagos que han beneficiado a cerca de 30 mil trabajadores.

Que no haya sorpresas, el ímpetu por utilizar el mecanismo laboral no sólo continuará, sino que acrecentará. De haber visto apenas dos casos durante el 2021, fuimos testigos cómo creció a 13 durante el 2023. Para este 2024, en que ya van cuatro, se puede anticipar que el número no sólo iguale, sino que supere a los del año inmediato anterior.

Los americanos vienen cargados y recargados; México debe estar preparado. Quizá por ello algo ha comenzado a cambiar.

A diferencia de las ocasiones anteriores, la parte mexicana ha modificado su actuar. La diligencia como públicamente anunciaba, dentro de los 10 días posteriores a la presentación de cada queja, su admisión o rechazo, en estas últimas ocasiones ha brillado por su ausencia.

O están buscando ser más opacos en la comunicación de los casos o están siendo más cautelosos; me inclino a pensar lo segundo.

Por lo pronto, ayer martes por primera vez en la era T-MEC se admiten dos quejas en combo.

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