MONTERREY, 24 Abr. (Agencia Reforma) -
En una de sus obras más célebres, el poeta Gabriel Zaid dijo que la medida de la lectura no debe ser el número de libros leídos, sino el estado en el que nos dejan.
"Lo que importa es cómo se anda, cómo se ve, cómo se actúa, después de leer", dijo hoy la promotora cultural Perla Cano, citando al escritor en su libro Los demasiados libros.
En conmemoración por el Día Internacional del Libro, la Cátedra Alfonso Reyes del Tec de Monterrey realizó un conversatorio sobre la obra de Zaid, hoy de 90 años de edad, considerado uno de los intelectuales más prestigiosos del País, y de los poetas y ensayistas más influyentes.
Publicado en 1972, Los demasiados libros aborda cómo cada vez se publican más libros, algo que hace imposible que alguien pueda llegar a leerlos todos.
A partir de las palabras de Zaid, el poeta José Javier Villarreal coincidió en que no se trata de la cantidad de libros leídos, sino de lo que provoca en el lector.
"Un libro encuentra su lector o un lector encuentra su libro y ahí no es la cantidad, sino es que te modifica la vida, te hace ser otro, siendo el que eras aparentemente", apuntó el Secretario de Extensión y Cultura de la UANL.
Al leer un fragmento de la obra de Zaid, Cano recordó a Michel de Montaigne, quien decía que "hay más libros sobre los libros" y a Samuel Johnson, quien dijo que "es extraño que se escriba tanto y se lea tan poco".
Nada puede detener la multiplicación de los libros, apuntó, la humanidad publica un libro cada medio minuto.
"Si alguien lee un libro diario, deja de leer 4 mil publicados el mismo día", expresó la maestra de Lengua y Literatura Inglesa del Tecnológico de Monterrey. "La humanidad escribe más de lo que puede leer".
Villarreal, autor de Mar del Norte, recordó palabras de Zaid sobre cómo hay quienes se abruman o avergüenzan por no haber terminado un libro que debían leer.
"Dice que (los libros) son como asignaturas pendientes, son como promesas", dijo Villarreal. "Yo diría hasta promesas de amor. Un día se va a concretar esa pasión".
Cano preguntó al poeta cuáles libros considera él como clásicos.
"Un clásico es aquel que te es imprescindible. Para mí la prosa de (Manuel) Gutiérrez Nájera es imprescindible, entonces es un clásico", respondió él.
"Puedo tener mi lista de clásicos y te digo 'esto es un clásico' y tú me dices 'mira, estos son los míos'. Va a haber coincidencias, sí, pero cada quien tiene sus clásicos".
Cada lector va formando su geografía literaria conforme va leyendo, añadió, y las obras clásicas son aquellos que cada lector reconoce como sus maestros.