Publicado 29/11/2023 09:03

MÉXICO.-La fe en la virgen de Guadalupe como motor de transformación comunitaria.

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MIAMI 29 Nov. (Sandra Cervantes) -

El parto estuvo al borde de arrebatarle la vida a Idania María Barousse. En esos momentos críticos, entre susurros y plegarias, confió el destino de su hija a la Virgen de Guadalupe, la misma a la que considera su protectora y guía en la vida y que, cada 12 de diciembre, millones en el mundo celebran el aniversario de su aparición.

Desde su infancia en Nicaragua, la fe siempre fue su pilar. Hoy, radicada en San José, California, ha encontrado en la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe un hogar espiritual y un lugar para manifestar su compromiso social. En la actualidad, desempeña el rol de asociada pastoral en la parroquia.

"Soy como un puente que trabaja con la gente en todas las actividades, en las cosas de Dios, pero también en aquellas que tienen que ver con el realce a la dignidad de la gente a la que servimos", expresa Barousse.

Desde que llegó a Estados Unidos a los 14 años, asegura que se ha dedicado a apoyar a la comunidad inmigrante.

"Empiezo como voluntaria a trabajar con organizaciones y grupos que siempre estuvieron tratando de agarrar licencias para indocumentados, en DACA, y en cuestión de vivienda. Pero más que todo, en aquello que afecta a la comunidad migrante", asegura Barousse.

Rememora con emoción cómo, con apenas 200 dólares, logró pintar la imagen de la Virgen en cientos de camisetas para manifestantes durante una marcha del primero de mayo, un gesto simbólico que marcó un hito en su activismo.

Su transición desde la participación en sindicatos hacia el servicio religioso fue un paso determinante en su trayectoria. Añadió que ha encontrado un espacio donde su fe y su impulso social convergen para mejorar la vida de quienes la rodean.

"El hecho de estar aquí es un orgullo, es una responsabilidad, es un llamado que viene de aquí adentro de tus entrañas", expresó con emoción.

El arraigo a sus raíces se refleja en sus vivencias en Nicaragua, recordando procesiones y marchas que dejaron huella en ella desde temprana edad.

"Toda la ciudad se paraliza y estamos hablando de una procesión de millas y millas y millas", recuerda Barousse.

La influencia de la cultura mexicana en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe asegura reforzó aún más su vínculo con la espiritualidad guadalupana.

"El pueblo mexicano me ganó el corazón, se siente ese espíritu mexicano, guadalupano, de mucha cultura, de mucha tradición", dijo Barousse.

Ella sostiene que su fe se manifiesta en el servicio hacia los demás, evidenciando cómo su llamado trasciende las fronteras religiosas. Añade que, durante el mes de la Virgen de Guadalupe, su devoción se intensifica, liderando con pasión y dedicación la celebración de la Virgen Morena, uniendo a personas de diversos orígenes y creencias bajo el abrigo de la devoción y el compromiso social