GUADALAJARA 27 Nov. (Agencia Reforma) -
La escritora italiana, feminista y artista Dacia Maraini inauguró este domingo el programa del Salón Literario Carlos Fuentes en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Descrita como lo mejor de la literatura europea contemporánea y la gran dama de las letras italianas y acompañada por la escritora mexicana Guadalupe Nettel, Dacia dio su mensaje sobre la importancia de la justicia y de la historia de las mujeres.
El Salón se abrió con la historia de Dacia que ha conocido en carne propia el dolor de la guerra, el hambre y la injusticia.
"Mi vida infantil fue muy feliz hasta los siete años, con una familia unida, muy llena de afecto y también con lectores avanzados, mis padres eran intelectuales, mi madre pintora y el antropólogo ellos eran antifascistas y antinazis", contó Dacia.
"Nos fuimos a vivir a Japón cuando éramos niños, pero no eramos turistas, estábamos integrados, hablábamos japonés, comíamos y vestíamos como japonés, hasta que en 1945 hace un pacto con la alemania nazista y la italia fascista y a los extranjeros que habitaban en Japón les pedían que que firmaran la adhesión a la república, al fascismo. El nazismo era inconcebible, un antropólogo no podía ser nacistas y pese a las réplicas de amigos y familia, mi papá decidió que nos fuéramos a un campo de concentración. Él dijo: para mí es más importante darles un ejemplo de respeto por la vida. Para mí ha sido un gran ejemplo de lealtad y de ética".
Entonces apresaron a toda la familia en un campo de concentración, donde parecían estar destinados a morir de hambre, con solo 20 gramos de arroz sin carne, verdura, fruta, nada.
Su cuerpo, cuenta, se comienza a comer a sí mismo y se llena los parásitos cuando el cuerpo no come, te invaden el cuerpo, es una experiencia muy dolorosa, dijo Dacia, que te marca.
Dacia viene de una familia de escritoras, su abuela y su bisabuela incursionaron como escritoras de libros para niños y niñas era el pan cotidiano. De ahí identifica su profundo sentimiento de justicia.
"De niña pensaba que la justicia era una cosa inherente a la justicia, poco a poco fue creciendo que me ha reforzado la idea de que la justicia no es solo mía, el sentimiento de justicia es inherente a todos y como decía mi madre: cada injusticia cometida en el mundo me concierne. Sobre todo en un mundo patriarcal donde hay una injusticia contra las mujeres", dijo.
Al final de la ceremonia, la autora hizo un llamado de unidad más necesaria que nunca en tiempos de crisis donde todo diálogo parece fragmentado.
La escritora de "Memoria di una ladra" y "Donna in guerra", entre muchos otros títulos, algunos traducidos al español recibió la Medalla Carlos Fuentes de manos de Silvia Lemus de Fuentes, viuda del escritor mexicano Carlos Fuentes y el rector de la Universidad de Guadalajara Ricardo Villanueva Lomelí.