REYNOSA 11 Jun. (Agencia Reforma) -
Una semana después de la orden ejecutiva del Presidente Joe Biden que suspende temporalmente los trámites de asilo humanitario en la frontera con México ante aumentos de la migración indocumentada, Estados Unidos ha desplomado hasta en 75 por ciento la atención de solicitantes en esta ciudad de Tamaulipas, reportaron defensores de los derechos humanos.
Encargados de albergues de migrantes y abogados prendieron las alertas al señalar que, después de meses de un flujo estable y legal derivado de las políticas comprensivas de Biden, el giro del mandatario demócrata podría hacer reaparecer las escenas de cruces masivos ilegales de solicitantes de asilo desesperados.
Héctor Silva, pastor que administra Senda de Vida, el centro de atención de migrantes más grande de Reynosa y uno de los principales puntos para tramitar el asilo humanitario, destacó que ahora Estados Unidos atiende a un promedio de 40 a 50 solicitantes, en su mayoría extranjeros.
"Antes de la orden (de Biden) se estaban llevando entre 150 a 200 personas diarias", dijo Silva.
El pasado martes, Biden emitió un decreto que ordena cerrar los accesos al asilo en la frontera con México cuando los cruces indocumentados de migrantes superen los 2 mil 500 diarios, lo que se revertiría cuando caigan a máximo mil 500 por día, medida que entró en vigor un día después.
En una aparente reacción inicial a la medida, el Gobierno de Estados Unidos ha reportado una caída de los cruces de indocumentados, lo que facilitaría normalizar la atención de solicitantes de asilo.
El fin de semana pasado, por ejemplo, en el Sector del Valle del Río Grande, que va de McAllen a Brownsville, se redujo 50 por ciento la detención de indocumentados, frente al mismo periodo previo.
Entre el sábado y el domingo pasados fueron asegurados 473 migrantes, mientras que el fin de semana previo fueron 813, de acuerdo con la Patrulla Fronteriza.
Aunque las detenciones habían crecido en las últimas semanas, las cifras están muy lejos de la crisis de finales del año pasado, cuando miles de migrantes cruzaban sin documentos para solicitar asilo, tendencia que se frenó al abrirse caminos legales en Estados Unidos.
Fortino López Balcázar, presidente de la Asociación de Derechos Humanos Internacional, destacó que la decisión de Biden podría reactivar el caos migratorio del año pasado, que ya estaba superado e, incluso, en la actualidad los albergues están lejos de estar llenos.
"Estamos en presencia de una política contraria a cuando inició su mandato", dijo López.
"Las repercusiones sí son graves, independientemente de que, como todos sabemos, es una medida electorera; los migrantes cuando vienen a esta frontera son víctimas, vienen huyendo de su país, sí necesitan asilo político, no vienen a pasearse, ni a hacer turismo".
Ante esto, planteó, los extranjeros podrían tomar nuevamente decisiones extremas.
"Se ve mucha desesperación de ellos, sigue llegando gente y los que ya estaban han visto retraso en sus citas", dijo.
A su vez, Silva aclaró que, aunque se desplomaron, los trámites se siguen realizando, por ejemplo, a través de la aplicación móvil CBP One, que fue una de los rutas legales que había habilitado el gobierno de Biden.
"Como quiera están llamando, siguen las personas recibiendo sus citas, siguen siendo calificadas para poder entrar a Estados Unidos, seguimos en esa postura de llevar a las personas al puente para que las atiendan", señaló el defensor de los migrantes.
Agregó que habla con los migrantes que se encuentran en Senda de Vida para tratar de calmarlos y decirles que es una medida política, en medio de las campañas por la Casa Blanca.
"Lo único que les puedo decir a los migrantes es que tengan mucha paciencia. Hay que seguir ingresando a la aplicación, hay que pedir la cita, hay que seguir esperando, sé que es sufrir mucho, pero hay que esperar", indicó.