MÉXICO, 4 Jun (EUROPA PRESS)
El presidente colombiano Gustavo Petro confirmó este miércoles la implicación de más de diez colombianos en un ataque ocurrido la semana pasada en Michoacán, México, que resultó en la muerte de al menos ocho militares mexicanos. Dichos individuos, anteriormente miembros del Ejército de Colombia, estaban empleados por el Cártel de Los Reyes, una facción criminal que surgió hace diez años luego de separarse de grupos de autodefensa que en 2013 se armaron contra Los Caballeros Templarios.
Petro calificó el incidente como una "traición a la patria", abogando por la imposición de las máximas penas a aquellos que actúan como mercenarios, vendiendo su experticia militar financiada por fondos públicos. De manera paralela, la Secretaría de Relaciones Exteriores de Colombia expresó sus condolencias tanto a las autoridades mexicanas como a los familiares de los fallecidos en la Guardia Nacional durante el ataque en la zona fronteriza entre Jalisco y Michoacán.
El comunicado de la cancillería destacó la prioridad de distinguir que la mayoría de los colombianos que viajan a México lo hacen con el propósito de contribuir a la riqueza cultural, social y económica del país, y aseguró que los once ciudadanos involucrados recibirán el apoyo consular adecuado.
Por su parte, México confirmó la captura de 17 individuos vinculados al incidente, identificando a once como ciudadanos colombianos, todos miembros de una célula operando para el Cártel de Los Reyes. El ataque se produjo mientras los soldados mexicanos realizaban labores de patrullaje en un vehículo blindado que fue impactado por un explosivo en una región conflictiva, aun controlada por el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Este evento subraya la notoriedad creciente de mercenarios colombianos involucrados en conflictos internacionales, destacando su participación en el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse en 2021, además de confirmarse su presencia en conflictos en países como Sudán, Ucrania y Yemen.