Publicado 14/05/2024 08:32

Tras las nuevas letras

Archivo - Bandera de México
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GUADALAJARA, 14 May. (Agencia Reforma) -

Desde su fundación, hace seis décadas, el sello Alfaguara ha contado las historias de Hispanoamérica.

En su alineación, el sello que ahora tiene presencia en América Latina y España, tiene a algunos de los personajes consagrados de las letras en español, pero ahora transita hacia un relevo generacional.

"Necesitamos que los nuevos autores se conviertan en jugadores titulares sobre la cancha para seguirle dando relevancia al sello", describe la directora editorial de Alfaguara en México, Mayra González quien expresa que esta transición busca tomar en cuenta el papel global del sello, pero con las particularidades de cada región.

"Algo importante con 60 años de historia es que evidentemente tenemos unos fondos editoriales brutales, tenemos los fondos de Mario Benedetti, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Elena Garro, pero el espíritu de estos fondos editoriales busca abrir un diálogo con los nuevos escritores, sumar a autores que son el nuevo diálogo en la literatura hispanoamericana.

"En México pienso por ejemplo en Jorge Comensal, Alma Delia Murillo, Laura Baeza, que son las voces que se integran al catálogo; pienso también en Dolores Reyes, en Agustina Bazterrica, en Argentina; este cambio generacional es muy importante para un sello que cumple sus primeros 60 años", ejemplifica González.

En ese proceso de cambio de estafeta el sello ha preparado una amplia celebración que incluye desde una reunión de varios autores con sus lectores este 12 de junio, en la Ciudad de México, hasta una edición conmemorativa de algunos de sus grandes autores con portadas diseñadas por el ilustrador Pablo Amargo, basadas en los diseños pioneros de Enric Satué.

Esta colección, que ya está en circulación en los estantes de las librerías nacionales tiene títulos de autores como Claudia Piñeiro, Mario Vargas Llosa, Rosa Montero, Sergio Ramírez y Javier Marías, entre otros.

El festejo culminará en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara con una variedad de actividades que buscarán recuperar anécdotas e historias del sello hispanoamericano a través de distintas voces, adelanta González.

UNA HISTORIA ENTRE SIGLOS

Alfaguara se constituyó en octubre de 1964, gracias a la iniciativa del empresario español Jesús Huarte, quien dejó a la cabeza al escritor Camilo José Cela y a sus hermanos, quienes instituyeron la primera época del Premio Alfaguara de Novela, en 1965.

Tras una década de trayectoria, el sello español siguió con la dirección de Jaime Salinas, hijo del escritor Pedro Salinas, quien trabajó de la mano del reconocido diseñador catalán Enric Satué, quien le imprimió una imagen distintiva a los títulos que incluso recogieron elogios de autores como Julio Cortázar.

Este sello, que a lo largo de los años ha extendido sus páginas hacia este continente, ha dibujado las luces y sombras de Hispanoamérica, ha reflejado también sus miedos y preocupaciones, sus mayores placeres y divertimentos a través de un reconocido catálogo de autores que incluye ganadores del Premio Nobel de Literatura, bestsellers, creativos que han experimentado con las formas narrativas y voces fundamentales para las letras universales gracias a su originalidad, remarca González.

> Entre los autores que forman parte de la nómina de esta editorial se encuentran ganadores del Nobel de Literatura como Mario Vargas Llosa, José Saramago y Patrick Modiano, así como Jorge Luis Borges, Carlos Fuentes, Elena Poniatowska, Marguerite Yourcenar, Nélida Piñón, Piedad Bonett y Élmer Mendoza, entre muchos otros.

> Desde sus inicios, la editorial ha cambiado su modelo de negocios. De ser una editorial independiente, en la década de 1980 se integró al Grupo Santillana y hace 10 años pasó a formar parte del corporativo Penguin Random House, pero a pesar de estos movimientos comerciales, el espíritu del sello se ha mantenido, advierte González.

> "Probablemente el hito de la editorial es cuando Alfaguara se lanza a nivel global en 1993, en ese entonces empezó el espíritu de hacer de Alfaguara el gran sello hispanoamericano, que los autores empezaran a cruzar de un lado a otro, que los contenidos cobraran relevancia en el territorio común de Hispanoamérica.

"Creo que lo que consolidó este proyecto fue la llegada en 1997 a nuestro catálogo de Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010, y por la importancia que el autor tiene de los dos lados del océano, nos ayuda a consolidar el proyecto de Alfaguara Global", recuerda González.

> Alfaguara llegó a México a finales de 1980, con una estrategia de ida y vuelta, de llevar autores mexicanos a otras latitudes, pero también imprimir la obra de escritores de otras nacionalidades en México y como resultado el primer título impreso en este país fue La Tabla de Flandes, de Arturo Pérez Reverte, en 1992 y poco tiempo después, el primer mexicano impreso bajo este sello fue Juan Villoro, con El Disparo de Argón.

> Otro de los momentos importantes fue el relanzamiento del Premio Alfaguara de Novela, que desde su fundación, en 1965 y hasta 1972, desapareció del panorama literario, hasta que reanudó en 1998, y que ahora suma 27 ediciones, que lo han colocado como uno de los galardones más reconocidos, con un estímulo de 175 mil dólares.