Publicado 19/11/2025 10:37

La OMS denuncia que 840 millones de mujeres han sufrido violencia sexual o de pareja: casi una de cada tres

Archivo - Mujer muestra palma con la inscripción en la palma "Stop"
Archivo - Mujer muestra palma con la inscripción en la palma "Stop" - SERGHEI TURCANU/ ISTOCK - Archivo

MADRID 19 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus socios de la ONU han publicado un informe que revela que casi una de cada tres mujeres -aproximadamente 840 millones en todo el mundo- ha sufrido violencia de pareja o sexual a lo largo de su vida, una cifra que apenas ha variado desde el año 2000.

"La violencia contra las mujeres es una de las injusticias más antiguas y generalizadas de la humanidad, y sin embargo, una de las menos combatidas", ha indicado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus,

Según el documento, en los últimos 12 meses, 316 millones de mujeres -el 11 por ciento de las mayores de 15 años- fueron víctimas de violencia física o sexual por parte de su pareja. El progreso en la reducción de la violencia de pareja ha sido dolorosamente lento, con un descenso anual de apenas el 0,2 por ciento en las últimas dos décadas.

Por primera vez, el informe incluye estimaciones nacionales y regionales de violencia sexual perpetrada por alguien que no es la pareja. Revela que 263 millones de mujeres han sufrido violencia sexual por parte de personas ajenas a su pareja desde los 15 años, una cifra que, según los expertos, está significativamente subestimada debido al estigma y al miedo.

En el caso de España, el 18,5 por ciento de las mujeres de 15 a 49 años ha sido víctima de violencia física y/o sexual por parte de su pareja alguna vez en la vida, mientras que el 2,4 por ciento la ha sufrido en el último año. En cuanto a la violencia sexual ejercida por personas ajenas a la pareja, el 6,7 por ciento de las mujeres de 15 a 49 años en España la ha padecido alguna vez en su vida y el 1,4 por ciento en el último año.

"Ninguna sociedad puede considerarse justa, segura o saludable mientras la mitad de su población viva con miedo. Acabar con esta violencia no es solo una cuestión de políticas; es una cuestión de dignidad, igualdad y derechos humanos. Detrás de cada estadística hay una mujer o una niña cuya vida ha cambiado para siempre. Empoderar a las mujeres y las niñas no es opcional, es un requisito indispensable para la paz, el desarrollo y la salud. Un mundo más seguro para las mujeres es un mundo mejor para todos", ha añadido Tedros.

RECORTES DE FINANCIACIÓN EN MEDIO DE NECESIDADES CRECIENTES

El nuevo informe, publicado con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y la Niña, que se conmemora el 25 de noviembre, representa el estudio más exhaustivo sobre la prevalencia de estas dos formas de violencia contra la mujer. Actualiza las estimaciones de 2018, publicadas en 2021. Analiza datos de 168 países entre 2000 y 2023, revelando una situación crítica: una crisis profundamente desatendida y una respuesta con una financiación insuficiente.

"Poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas requiere valentía, compromiso y acción colectiva. Promover la igualdad de género es la clave para construir un mundo más igualitario y seguro para todas las personas, donde cada mujer y cada niña pueda vivir una vida libre de violencia", ha puntualizado la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous.

A pesar de la creciente evidencia sobre estrategias eficaces para prevenir la violencia contra las mujeres, el informe advierte de que la financiación para estas iniciativas está disminuyendo drásticamente, justo cuando las emergencias humanitarias, los cambios tecnológicos y el aumento de la desigualdad socioeconómica incrementan aún más los riesgos para millones de mujeres y niñas. Por ejemplo, en 2022, solo el 0,2 por ciento de la ayuda mundial al desarrollo se destinó a programas centrados en la prevención de la violencia contra las mujeres, y la financiación ha disminuido aún más en 2025.

RIESGOS GENERALIZADOS Y DE POR VIDA

Los expertos indican que las mujeres víctimas de violencia se enfrentan a embarazos no deseados, un mayor riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual y depresión. Así, aseguran que los servicios de salud sexual y reproductiva son un punto de acceso fundamental para que las sobrevivientes reciban la atención de calidad que necesitan.

El informe subraya la realidad de que la violencia contra las mujeres comienza a una edad temprana y los riesgos persisten a lo largo de la vida. Por ejemplo, tan solo en los últimos 12 meses, 12,5 millones de adolescentes de entre 15 y 19 años, es decir, el 16 por ciento, han sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja.

Si bien la violencia se produce en todos los países, las mujeres que viven en países menos desarrollados, zonas afectadas por conflictos y entornos vulnerables al cambio climático se ven afectadas de manera desproporcionada. Por ejemplo, Oceanía (excluidas Australia y Nueva Zelanda) registra una prevalencia del 38 por ciento de violencia de pareja en el último año, más del triple del promedio mundial del 11 por ciento.

UN LLAMADO A LA ACCIÓN Y A LA RENDICIÓN DE CUENTAS

La OMS subraya que cada vez más países recopilan datos para fundamentar sus políticas, sin embargo la menta que "aún persisten importantes lagunas", especialmente en lo que respecta a la violencia sexual fuera de la pareja, a grupos marginados como las mujeres indígenas, las migrantes y las mujeres con discapacidad, así como a datos procedentes de contextos frágiles y humanitarios.

En este punto, celebra que se han logrado avances en los países donde existe un compromiso político para ello. Por ejemplo, Camboya está implementando un proyecto nacional que actualizará la legislación sobre violencia doméstica, mejorará la prestación, la calidad y el acceso a los servicios, renovará los albergues y aprovechará las soluciones digitales en las escuelas y las comunidades para promover la prevención, especialmente entre los adolescentes.

Asimismo, Ecuador, Liberia, Trinidad y Tobago y Uganda han elaborado planes de acción nacionales con presupuestos detallados. "Las acciones legislativas y de incidencia política en estos países han contribuido a la obtención de financiación interna para este tema, lo que demuestra un mayor compromiso político en un momento de reducción de los presupuestos de ayuda", afirma la OMS.

Para acelerar el progreso mundial y lograr un cambio significativo en la vida de las mujeres y niñas afectadas, el informe pide una acción gubernamental decisiva y financiación para ampliar los programas de prevención basados en la evidencia fortalecer los servicios de salud, legales y sociales centrados en el sobreviviente; invertir en sistemas de datos para monitorear el progreso y llegar a los grupos más vulnerables, y aplicar las leyes y políticas que empoderan a las mujeres y las niñas.

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