Irán condena un intento israelí por "cambiar la identidad islámica e histórica de Jerusalén"
MADRID, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Organización de Cooperación Islámica (OCI), la Liga del Mundo Islámico y la Liga Árabe se han volcado este domingo en la condena de la visita del ministro de Seguridad de Israel, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, a la Explanada de las Mezquitas, desde donde ha pedido que la Franja de Gaza vuelva a ser ocupada por las fuerzas israelíes, en el marco de la ofensiva contra el enclave palestino tras los ataques del 7 de octubre de 2023.
"La Secretaría General de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) condena enérgicamente el asalto al complejo de la mezquita de Al-Aqsa por parte del ministro extremista israelí Itamar Ben Gvir y grupos de colonos extremistas bajo la protección de las fuerzas de ocupación israelíes", ha declarado la entidad en un comunicado difundido en su web, a raíz de lo que ha calificado como "parte de los intentos de Israel, la potencia ocupante, de cambiar el statu quo histórico y jurídico de la bendita mezquita de Al Aqsa".
Por ello, la OCI ha responsabilizado "plenamente al Gobierno de ocupación israelí de las consecuencias de la continuación de estos ataques sistemáticos, que constituyen una provocación a los sentimientos de los musulmanes de todo el mundo y amenazan la seguridad y la estabilidad de la región".
A su vez, el Parlamento Árabe, vinculado a la Liga Árabe, ha coincidido a través la red social X en denunciar "una flagrante violación del statu quo histórico y legal en la ciudad de Jerusalén, y una provocación de los sentimientos de millones de musulmanes en el mundo", que, ha advertido, "convierte el conflicto en un conflicto religioso que enciende la región y el mundo, y amenaza la seguridad y la paz internacionales".
"Estas incursiones y ataques diarios llevados a cabo por los colonos contra el pueblo palestino son una extensión de la guerra de exterminio y hambre a la que está sometido el pueblo palestino en la Franja de Gaza, y de la política de anexión y desplazamiento forzado en Cisjordania", reza el texto, en el que la cámara señala "una política sistemática para vaciar la tierra de sus habitantes e imponer la judaización del territorio".
De este modo, ha reiterado su apoyo a los palestinos en su "legítimo derecho a establecer un Estado independiente con Jerusalén como su capital" y ha pedido a la comunidad internacional "que intervenga inmediatamente para poner fin a estas violaciones, brindar protección internacional al pueblo palestino y sus lugares sagrados y hacer cumplir las resoluciones de legitimidad internacional relacionadas con la ciudad de Jerusalén y sus lugares sagrados islámicos y cristianos".
En líneas similares, la Liga del Mundo Islámico ha denunciado en un comunicado la acción encabezada por Ben Gvir como "parte de las prácticas habituales de las autoridades de ocupación que violan los santuarios islámicos y provocan los sentimientos de los musulmanes de todo el mundo", advirtiendo asimismo de las "graves repercusiones de las continuas y repetidas transgresiones" de las autoridades israelíes, según las palabras de su secretario general, Mohamed bin Abdulkarim al Issa, recogidas en el documento.
IRÁN CONDENA EL INTENTO DE "CAMBIAR LA IDENTIDAD DE JERUSALÉN"
Paralelamente, el Ministerio de Exteriores de Irán, ha rechazado también "la nueva profanación de la mezquita de Al Aqsa por parte de extremistas sionistas liderados por uno de los ministros criminales del régimen". "Es otra muestra de la siniestra intención del régimen sionista de mantener la tensión y crear crisis en la Palestina ocupada y en la región", ha afirmado el portavoz de la cartera, Esmail Baqaei, a través de X.
"La secta sionista que gobierna la Palestina ocupada, al profanar este lugar sagrado, pretende cambiar la identidad islámica e histórica de Jerusalén, incitar los sentimientos de los musulmanes de todo el mundo y agravar las tensiones en la Palestina ocupada", ha denunciado, reclamando además que "la Jerusalén unificada es la capital permanente de Palestina, y que la comunidad internacional tiene el deber de obligar al régimen ocupante a poner fin a sus políticas racistas y criminales".
Las citadas organizaciones e Irán se han unido de esta forma a países como Jordania y Arabia Saudí, que, en sendos comunicados han condenado las acciones de Ben Gvir en la Explanada de las Mezquitas, después de que el ministro israelí defendiese desde este lugar "declarar la soberanía en todo (el enclave), expulsar a todos los miembros de Hamás y fomentar la migración voluntaria (de israelíes)" a fin de "garantizar la ocupación total de la Franja de Gaza".
Las visitas de altos cargos israelíes al complejo han llevado aparejadas la condena de las autoridades palestinas y jordanas, encargadas de velar por el 'statu quo' que impide a los judíos rezar en la Explanada de las Mezquitas, si bien la Policía israelí tolera rezos limitados en la zona cuando escolta a fieles que entran en el complejo.
En el lugar --en manos de Israel tras la toma de la Ciudad Vieja de Jerusalén durante la Guerra de los Seis Días (1967)-- estuvieron ubicados el Primer y el Segundo Templo, herencia histórica destruida de la que sólo queda como vestigio el Muro de las Lamentaciones, así como la mezquita de Al Aqsa, tercer lugar más sagrado para el islam.