Publicado 02/07/2025 11:35

Incendios de sexta generación como el de Lleida son "muy violentos e impredecibles": "Generan propia su meteorología"

Archivo - Incendio forestal que afecta a los municipios de Colera y Portbou (Girona), cerca de la frontera con Francia. Ha quemado al menos 200 hectáreas y ha obligado a confinar viviendas de ambos municipios de la comarca del Alt Empordà (Girona, Cataluñ
Archivo - Incendio forestal que afecta a los municipios de Colera y Portbou (Girona), cerca de la frontera con Francia. Ha quemado al menos 200 hectáreas y ha obligado a confinar viviendas de ambos municipios de la comarca del Alt Empordà (Girona, Cataluñ - Lorena Sopena / Europa Press - Archivo

Expertos piden desbrozar, proteger las casas cerca de lugares de riesgo y concienciar a ciudadanos para evitar estos fuegos

MADRID, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -

El incendio de Torrefeta i Florejacs (Lleida) ha dejado dos víctimas mortales --dos agricultores-- y más de 5.500 hectáreas (ha) quemadas, según los datos provisionales que Agentes Rurales de la Generalitat catalana. Si bien no es el primer gran incendio forestal del año, expertos lo han definido como un incendio de "sexta generación" por su "intensidad, velocidad y dinámica compleja" y su comportamiento "extremadamente violento e impredecible".

"Estas características -su intensidad, velocidad y dinámica compleja- podrían calificarlo como incendio de sexta generación", ha señalado en declaraciones a Europa Press el coordinador del comité especializado en incendios forestales de Tecnifuego, Ramón Maria Bosch.

Bosch ha detallado que, según las primeras informaciones, el fuego se propagó a velocidades récord de hasta 28 km/h, impulsado por ráfagas de viento generadas por el propio incendio que alcanzaron los 120 km/h. Además, se formó una nube de cenizas y humo de aproximadamente 14.000 metros de altura, un fenómeno "inédito" en Cataluña que complicó aún más las labores de extinción.

De manera más general, el decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes, Eduardo Tolosana, ha indicado en declaraciones a Europa Press que los incendios de sexta generación son aquellos "que generan su propia meteorología", es decir, que tienen capacidad de formar vientos, rayos o tormentas, lo que se conoce como pirocúmulos.

En concreto, ha explicado que los pirocúmulos se forman porque el calor del incendio calienta el aire, que sube. Si hay humedad, se forma una nube muy alta. Cuando esa nube llega a una capa fría, se puede desplomar, y si lo hace sobre un incendio, genera vientos en todas direcciones.

"Eso hace que el desplazamiento del incendio, la velocidad de propagación sea tremenda. Los bomberos de Cataluña --ha señalado en referencia al incendio de Lleida-- hablan de 28 kilómetros por hora (km/h). Teniendo en cuenta que lo que puede andar un un personal de extinción en un terreno forestal rondará los 3 km/h, imagínate que tienes un frente de 28 km/h", ha indicado.

De acuerdo con el decano del Colegio Oficial de Ingenieros De Montes, esta meteorología "especialmente peligrosa" se ve favorecida por las causas que hacen que los incendios sean cada vez más graves: el abandono rural, que hace que se acumule el combustible, y el cambio climático, que hace que éste esté muy seco.

"EL AGUA SE EVAPORA ANTES DE LLEGAR A LAS LLAMAS"

Si bien admite que "incendios ha habido siempre", puntualiza que algunos con las características de los incendios de sexta generación están "fuera de la capacidad de extinción". "Por ejemplo, se dice que lo que puede resistir un bombero forestal con sus EPIs y todas sus medidas, son 10.000 kilovatios por metro cuadrado. Pero hay incendios ahora mismo que generan más de 90.000 kilovatios por metro cuadrado. Entonces, es imposible acercarse. Digamos que el agua que se pueda lanzar sobre ellos evapora antes de llegar a las llamas", ha advertido.

La técnica especialista en incendios forestales de WWF España, Lourdes Hernández, ha explicado en declaraciones a Europa Press que las diferentes 'generaciones' de incendios tienen que ver con cómo ha ido transformándose el paisaje y el clima en España y cómo se han ido intensificando los incendios forestales.

Así, los incendios de los 60 y 70 --cuando se comenzaron a abandonar los usos y aprovechamientos en el medio rural-- eran "fácilmente apagables". De acuerdo con Herández, estos eran de pasto, que pueden tener un perímetro muy largo, pero no afectaban a las copas de los árboles. A partir de ese momento, el abandono de los usos y aprovechamientos del medio rural ha crecido.

"En el contexto actual de emergencia climática, donde las olas de calor cada vez son más intensas, más persistentes, más tempranas, pues digamos que lo que hacen es que, en caso de que haya incendio, las propagaciones sean muchísimo más rápidas", ha detallado.

DESBROZAR, PROTEGER LAS CASAS Y CONCIENCIAR A LOS CIUDADANOS

El decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes, Eduardo Tolosana, ha explicado en declaraciones a Europa Press que a su juicio, habría que evitar que los siniestros se convirtiesen en "estos grandes incendios forestales tan peligrosos" y aboga por reducir la cantidad de combustible a través del desbroce o de los fuegos controlados.

Aún así, ha admitido que hacer todo eso en toda la superficie de bosques y de matorral de España es imposible, aunque ha puntualizado que ahora existe el concepto de "zonas estratégicas de gestión", áreas en dónde se concentran los trabajos dado que es más probable que confluyan los incendios y que sea más fácil el trabajo de la escuadrilla de extinción.

"Y luego hay otra cosa que yo siempre señalo, y es que el aprovechamiento sostenible de madera o de biomasa en los montes es una vacuna contra los incendios, porque sirve para reducir también esa carga combustible siempre que se haga con condiciones de sostenibilidad y guiado por expertos como los ingenieros de montes", ha indicado.

Al igual que Eduardo Tolosana, el coordinador del comité especializado en incendios forestales de Tecnifuego, Ramón Maria Bosch ha abogado por una "gestión activa del territorio para reducir la cantidad y continuidad de la vegetación inflamable".

Además, ha destacado la necesidad de que las viviendas y urbanizaciones situadas en zonas de riesgo se adapten para resistir el impacto del fuego con materiales ignífugos, sistemas de protección activa como rociadores o extintores y espacios libres de vegetación inflamable en sus inmediaciones. Por último, ha incidido en que la formación y concienciación ciudadana "juegan un papel decisivo".

Por último, la técnica especialista en incendios forestales de WWF España, Lourdes Hernández, ha coincidido en pedir una "adaptación del territorio" y un diseño de "paisajes inteligentes" como los "paisajes en mosaico", donde se combinan distintos usos para recuperar la ganadería extensiva, cultivos extensivos, etc.

Al igual que Ramón Maria Bosch, ha abogado por que las casas que están aisladas en mitad del monte estén autoprotegidas y ha apelado también a la prevención y a la conciencia ciudadana para que se extremen las precauciones en periodos de alto riesgo de incendio.

Finalmente, ha demandado una normativa a nivel nacional que establezca la prevención estructural a escala paisaje como algo prioritario.

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