MÉXICO, 4 Sep (EUROPA PRESS)
En un impresionante descubrimiento en Japón, investigadores han encontrado un fósil extremadamente bien conservado de un dinosaurio con cuernos nunca antes visto, marcando un hito en el estudio de los ceratopsianos, la familia de herbívoros a la que pertenece el conocido triceratops. Este grupo de dinosaurios se caracteriza por sus distintivos cuernos y volantes en la cabeza.
El nuevo dinosaurio, identificado como un ceratopsiano primitivo, muestra características que lo diferencian de manera significativa de sus parientes más conocidos, como el triceratops. A diferencia de estos últimos, el nuevo hallazgo presentaba una falta de grandes cuernos y volantes, contaba con una longitud corporal de solo aproximadamente 80 cm y un peso de alrededor de 10 kg. El análisis de su estructura ósea y los anillos de crecimiento sugieren que era aún un joven en crecimiento al momento de su muerte.
Bautizado como Sasayamagnomus saegusai, este nuevo dinosaurio toma su nombre genérico de una referencia a "un pequeño espíritu humanoide que guarda tesoros ocultos bajo el suelo de Sasayama", y su nombre específico es un homenaje al difunto Haruo Saegusa. El fósil incluye 17 huesos, mayormente de un solo individuo, y un examen detallado de la tibia reveló indicios de su juventud y madurez incompleta.
El estudio de Sasayamagnomus indica una estrecha relación con los ceratopsianos primitivos de América del Norte, apoyando la teoría de que estos dinosaurios, originarios de Asia, migraron a América del Norte hace aproximadamente 110 millones de años, en el período Cretácico medio. Este notable viaje fue posible gracias a la conexión entre la parte oriental del continente euroasiático y América del Norte a través del Puente Terrestre de Bering, combinado con un período de calentamiento global extremo que generó extensos bosques en la región del Ártico, facilitando la expansión de los ceratopsianos desde Asia.
Los detalles de este fascinante descubrimiento se han publicado en la revista "Papers in Palaeontology", aportando evidencia significativa a la comprensión de la evolución y migración de los ceratopsianos. Este hallazgo no solo arroja luz sobre la diversidad y adaptación de estos dinosaurios sino que también ilustra la complejidad de sus rutas migratorias prehistóricas.