MÉXICO, 1 Aug (EUROPA PRESS)
Un innovador estudio realizado por investigadores de la Universidad de Edimburgo ha arrojado luz sobre la evolución de los primeros antepasados animales, revelando la influencia significativa de los niveles del mar y los cambios en el oxígeno marino en su diversificación. Publicado en Science Advances, el informe proporciona una nueva visión de las fuerzas que impulsaron la aparición de organismos complejos durante el intervalo Ediacárico-Cámbrico, un periodo comprendido entre hace 580-510 millones de años.
Durante este tiempo, una notable explosión de biodiversidad tuvo lugar, cuyas causas han sido un misterio desde la época de Charles Darwin. Los primeros animales de esta era, exclusivamente marinos, evolucionaron en condiciones de oxígeno significativamente más bajas en comparación con las actuales.
Los especímenes analizados, provenientes de rocas y fósiles, indican que esta era presenció la transición de formas de vida sencillas a organismos multicelulares complejos. Estos seres primitivos desarrollaron planes corporales organizados que les permitieron alimentarse, reproducirse y desplazarse, marcando el surgimiento de los animales bilaterales, ancestrales a la mayoría de las especies modernas, incluidos los humanos.
La investigación destaca un vínculo definitivo entre variaciones significativas en los niveles globales del mar, la oxigenación de ambientes marinos poco profundos y la proliferación de la vida animal. Este vínculo sugiere que estos factores ambientales prepararon el escenario para eventos de diversificación biológica masiva, conocidos como las faunas de Avalon, Mar Blanco y Cámbrico, que definieron la evolución de la vida en la Tierra.
El estudio también reconoce vacíos en el conocimiento actual debido a sesgos en la distribución geográfica de los fósiles recuperados, lo que sugiere una representación incompleta de los primeros animales en el registro fósil. Este desafío resalta la importancia de una perspectiva global y multidisciplinaria en la investigación paleontológica.
El autor del estudio, doctor Fred Bowyer de la Escuela de Geociencias de la Universidad de Edimburgo, enfatizó la complejidad de reconstruir la evolución temprana de los animales y la relevancia de este enfoque internacional y colaborativo para superar sesgos y dilucidar patrones en la biodiversidad antigua.
La coautora Mariana Yilales Agelvis expresó su privilegio de contribuir a este campo de estudio, mejorando la comprensión de cómo los cambios en el nivel del mar influenciaron la evolución animal en sus etapas más tempranas. Este estudio no solo ofrece una perspectiva enriquecedora sobre el pasado profundo de la Tierra sino que también sienta las bases para futuras investigaciones en la evolución de la vida en nuestro planeta.