Publicado 18/06/2025 03:26

Raíces más profundas de lo esperado en muchas plantas

Un nuevo estudio muestra un crecimiento subterráneo más profundo de lo que se creía anteriormente, lo que plantea nuevas preguntas sobre el papel de las raíces en el almacenamiento de carbono en las profundidades del suelo.
Un nuevo estudio muestra un crecimiento subterráneo más profundo de lo que se creía anteriormente, lo que plantea nuevas preguntas sobre el papel de las raíces en el almacenamiento de carbono en las profundidades del suelo. - GETARCHIVE

   MADRID, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -

   Muchas plantas desarrollan una segunda capa de raíces más profunda, a menudo a más de un metro bajo tierra, para acceder a nutrientes adicionales.

   Publicado en la revista Nature Communications, un nuevo estudio revela patrones de enraizamiento previamente desconocidos, lo que modifica nuestra comprensión de cómo los ecosistemas responden a las condiciones ambientales cambiantes, según los autores.

   Más importante aún, el estudio sugiere que las plantas podrían transportar y almacenar carbono fijado a mayor profundidad de lo que se cree actualmente, una buena noticia en un momento en que los niveles de CO2 alcanzan su nivel más alto en 800.000 años.

   "Comprender dónde se enraizan las plantas es vital, ya que unas raíces más profundas podrían significar un almacenamiento de carbono más seguro y a largo plazo. Las condiciones más adversas en profundidad podrían impedir que los microbios que se alimentan de detritos liberen carbono a la atmósfera", afirma en un comunicado Mingzhen Lu, profesor adjunto del Departamento de Estudios Ambientales de la Universidad de Nueva York y autor principal del artículo.

   "Nuestras observaciones y modelos ecológicos actuales suelen detenerse en profundidades superficiales; al no analizar a suficiente profundidad, podríamos haber pasado por alto un mecanismo natural de almacenamiento de carbono en las profundidades subterráneas".

MUESTRAS A 2 METROS DE PROFUNDIDAD

   El equipo de investigación utilizó datos de la Red Nacional de Observatorios Ecológicos (NEON) para examinar la profundidad de las raíces. La base de datos de NEON incluye muestras recolectadas del suelo a 2 metros de profundidad, mucho más allá de los 30 centímetros de profundidad de los estudios ecológicos tradicionales. Esta profundidad sin precedentes permitió a los investigadores detectar patrones radiculares adicionales, abarcando diversas zonas climáticas y tipos de ecosistemas, desde la tundra de Alaska hasta las selvas tropicales de Puerto Rico.

   El trabajo de los científicos se centró en tres preguntas, todas con el objetivo de comprender mejor las estrategias de adquisición de recursos de las plantas y su resiliencia ante el cambio ambiental:

   ¿Cómo cambia la abundancia de raíces con la profundidad?,¿Cuáles son los factores que influyen en la distribución de las raíces con la profundidad?,¿Los nutrientes de los suelos más profundos son aprovechados de forma igual, sub o sobreexplotados por las raíces finas en comparación con los del suelo superficial?

   Los investigadores descubrieron que casi el 20% de los ecosistemas estudiados tenían raíces que alcanzaban el doble de su profundidad, un fenómeno denominado "bimodalidad".

   En estos casos, las plantas desarrollaron una segunda capa de raíces más profunda, a menudo a más de un metro bajo tierra, alineada con capas de suelo ricas en nutrientes. Esto sugiere que las plantas crecieron, de formas previamente desconocidas, para aprovechar sustento adicional.

   "El conocimiento actual sobre las raíces es, literalmente, muy superficial. En la superficie, tenemos una visión de águila, gracias a los satélites y la teledetección. Pero bajo tierra, tenemos una visión de topo", observa Lu, quien dirigió parte de esta investigación en el Instituto Santa Fe y como investigador postdoctoral en la Universidad de Stanford.

   "Nuestra limitada visión subterránea nos impide estimar la capacidad total de las plantas para almacenar carbono en las profundidades del suelo. Las raíces profundas de las plantas pueden aumentar el almacenamiento de carbono en el suelo en ciertas condiciones o provocar pérdidas en otras debido a la estimulación de los microbios del suelo", sugiere el coautor Avni Malhotra, autor principal de un estudio complementario que investigó la conexión entre la distribución de las raíces y las reservas de carbono del suelo.

   "Este descubrimiento abre una nueva vía de investigación sobre cómo los patrones de enraizamiento bimodales afectan la dinámica del flujo de nutrientes, el ciclo del agua y la capacidad a largo plazo de los suelos para almacenar carbono".

Contador