Publicado 05/11/2025 10:21

Rosalía canta 'Lux' en 14 idiomas: espiritualidad y una nueva mujer de la mano de la Orquesta Sinfónica de Londres

Presenta a un Dios femenino, reniega del amor romántico y habla de su propia muerte con colaboradores como Björk o Estrella Morente

La artista Rosalía publica este viernes su cuarto disco, 'Lux'.
La artista Rosalía publica este viernes su cuarto disco, 'Lux'. - NOAH DILLON - SONY MUSIC

   MADRID, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -

    La artista Rosalía canta en 14 idiomas en su nuevo disco 'Lux', que se publicará finalmente este viernes 7 de noviembre. Se trata de un trabajo que llega después de tres años para explorar sus inquietudes y relación con la espiritualidad y Dios, además de proponer una nueva mujer que no pierde su "libertad" ni por un amor ni por deseos terrenales, aunque se presenta humana.

   Acompañada en todo momento de música de orquesta -detrás está la Orquesta Sinfónica de Londres-, coros y con muy pocos momentos de sintetizador electrónico, Rosalía se aleja de 'Motomami' y canta en español, en catalán, en inglés, en latín, en japonés, en italiano, en alemán, en ucraniano, en árabe, en siciliano, en francés, en mandarín, en hebreo y en portugués.

    Así, el disco -producido en su mayor parte por la propia Rosalía- está dividido en cuatro movimientos. El primero lo componen 'Sexo, violencia y llantas', 'Reliquia', 'Divinize', 'Porcelana' y 'Mio Cristo'.

   Rosalía arranca 'Lux' con 'Sexo, violencia y llantas', una de las pocas canciones que tiene algo de sonido electrónico. Aunque comienza con un íntimo piano, va escalando hasta un sonido más violento, como el propio título augura. En esta canción va presentando lo que será el resto del trabajo y enfrenta el mundo carnal, de placeres materiales, con el espiritual, el de las "palomas". Terminará el disco con 'Magnolias', canción en la que se "eleva" de ese mundo terrenal a través de Dios.

   La sigue 'Reliquia', que la artista publicaba en Spotify y luego eliminaba este martes. En esta canción, Rosalía se vale de unos violines ligeros para recorrer ciudades del mundo y cantar lo que en cada una ha vivido. Explica que ha perdido su tiempo en Los Ángeles y una "mala hostia" en Berlín, que ha vivido un "mal amor" en Madrid y confiesa que su corazón nunca ha sido suyo porque "siempre" lo da.

   El primer idioma que se escucha tras el español es el catalán nativo de Rosalía en 'Divinize' y lo une al inglés. Mientras, en 'Porcelana', junto con un artista masculino que la discográfica aún no ha relevado, la artista recita en latín para describirse como "luz" y en japonés para relacionarse con el caos. Suenan palmas, violines y piano, junto con el coro, mientras el artista pregunta al oyente si tiene miedo.

   La primera parte la cierra 'Mio Cristo', en italiano, que se trata de una versión propia de la catalana en la que a través de un aria, como si de una soprano se tratase, se toma unos minutos para lucirse vocalmente y presentar a su Cristo que "llora diamantes".

UNA DEFENSA FEMINISTA: "NO SERÉ TU MITAD NI DE TU PROPIEDAD"

   La artista se sirve de la canción -exclusiva en formato físico- 'Focu 'ranni' -en siciliano y español- para hablar contundentemente de su "libertad", la cual, explica, no va a dar a cambio de ningún amor romántico. Alternando entre voz melódica y otra más hablada, susurrada casi, Rosalía cuenta como la idea de matrimonio le hizo darse cuenta de que nunca ha sido de nadie que no sea de ella misma. "No seré tu mitad ni de tu propiedad, seré mía y de mi libertad", asegura.

   Esta canción, junto con 'Novia robot' -también exclusiva únicamente en formato CD y vinilo- marca la figura de la nueva mujer que propone la artista: libre y que solo aceptará un "amor sin ley" con el que asegure su libertad. "Salto al vacío antes que quemarme", termina en 'Focu 'ranni'.

   De hecho, 'Novia robot' -que mezcla mandarín y hebreo con español- va más allá y hace una crítica directa al placer masculino que se nutre a costa de las mujeres. En tono irónico trata de apelar a estas mujeres que se presentan como sumisas para recibir la aprobación de ese modelo de sociedad. Literalmente, satiriza con el negocio de un fabricante de juguetes sexuales que ofrece robots de mujeres y acusa a quien los desea. "Querías un robot pero yo soy real", canta en un tono divertido pese a la problemática que presenta.

   Rosalía también hace uso de este discurso feminista en 'La rumba del perdón' y acompañada de Estrella Morente y Silvia Pérez Cruz habla de una traición en clave más flamenca. Las tres artistas se respaldan en un coro de cantaoras mientras narran una relación en la que la violencia acaba en una puñalada.

   'Berghain' abre el segundo movimiento y precisamente el gran peso de la orquesta y la letra en alemán provoca una sensación de crecimiento. Divide el disco -que hasta esta canción trata temas terrenales, miedos emocionales, pureza y pérdida- y a partir de ahí, Rosalía se divierte y juega explorando su relación con el mundo y así lo muestra en sus letras, como hace en 'La perla'.

   Este tema, que firma junto al grupo de artistas mexicanos Yahritza y su Esencia, comienza como una balada -algo que repite en varios momentos-, pero no es tierna. Rosalía se desquita mientras suenan violines y un piano para hablar de un hombre al que, con cierto desprecio, califica como un "Playboy" o un "campeón" -en tono irónico- que es "un terrorista emocional" y el "mayor desastre mundial". El grupo mexicano influencia el sonido que se acerca a la música local del país.

   Pero Rosalía se aparta rápidamente de este hombre -"una perla de mucho cuidado"- para volver a cantar a sus inquietudes espirituales en 'Mundo nuevo', tema en el que recupera el sonido que ofreció en 'Los Ángeles' pero con un salto cualitativo en la producción. Las trompetas del inicio introducen las ganas de la artista de "renegar" de todo para elevarse a un sitio diferente.

   De manera distinta pero con el mismo fondo se expresa en 'De madrugá' -una canción que ya había presentado hace años durante la gira de 'El Mal Querer'-. En esta canción la artista salta del español al ucraniano, idioma con el que sostiene que aunque ella no quiere venganza, la venganza la quiere a ella.

   Y con coros en ucraniano termina la segunda parte, dando paso a 'Dios Es Un Stalker' en el tercer movimiento. Este es uno de los títulos más representativos de 'Lux', en el que la artista no solo presenta su relación con la espiritualidad y su amistad con esta, si no que se pone en la piel de Dios para cantarle a alguien a quien sigue de cerca, al que protege.

   Así, se trata de un Dios femenino, que todo lo ve y que tiene el "buzón explotao'" de peticiones. "No me gusta hacer intervenciones", canta Rosalía mientras la acompañan las cuerdas de la orquesta y palmas que recuerdan a su etapa de 'Malamente'. Con esta afirmación se aleja de la oferta que Björk le hace en 'Berghain', cuando asegura que "solo una intervención divina" puede suponer la salvación.

   Tras el ucraniano llega el árabe en 'La yugular' -de nuevo la acompañan violentos violines y un coro final- para cantar sobre un amor por el que "destrozaría el cielo y derrumbaría el infierno". En 'Focu 'ranni' y 'Jeanne', que solo estarán disponibles en formato físico por el momento, según explican fuentes de Sony Music, Rosalía canta en siciliano y en francés.

    Para hablar de despedidas y final la artista incluye 'Memória', un fado en portugués con la artista Carminho, en el que Rosalía hace un ejercicio de destreza vocal, de nuevo, y emotivamente pide "no olvidar".

   El álbum lo cierra 'Magnolias' hablando de su propia muerte, tema que no podía faltar en un disco tan espiritual. Con el coro de la Escolanía de Montserrat, Rosalía idea su propio funeral: KTM (la marca austriaca de motos) "quemando rueda" sobre su ataúd y bailes encima de su cadáver. La artista despide 'Lux' sin asumir que su propia muerte sea el final de nada.

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